Nuestro sistema circulatorio transporta la sangre, con
oxígeno y nutrientes, hacia todos los tejidos del organismo y lleva los
productos de desecho que ellos producen, hacia los pulmones y los riñones,
donde son eliminados. El sistema circulatorio realiza además dos funciones
importantes, que son la coagulación y la defensa del organismo.
El sistema circulatorio consta de:
La sangre: Es un líquido
de color rojo, compuesto por plasma y células sanguíneas.
El plasma:
constituye la parte liquida de la sangre. En se encuentra disueltas muchas
sustancias como carbohidratos, proteínas, vitaminas, hormonas y lípidos.
Las células
sanguíneas: se encuentran suspendidas en el plasma y son de tres tipos:
Glóbulos rojos:
son células sin núcleo que contienen una sustancia llamada hemoglobina, la cual
le da el color rojo a la sangre. La hemoglobina es la encargada de transportar
el oxígeno de los pulmones a las células y el dióxido de carbono en el sentido
contrario.
Glóbulos blancos:
son de tamaño mucho mayor que los glóbulos rojos, poseen núcleo y su función
consiste en defender el organismo contra el ataque de microorganismos dañinos.
Plaquetas: son
las células más pequeñas de la sangre. Su función es la coagulación. Es decir,
taponan las heridas para que la persona no se desangre. Las plaquetas, los
glóbulos blancos y los glóbulos blancos se forman en la médula de los huesos.
Las venas: son
vasos sanguíneos que transportan sangre con dióxido de carbono y productos de
desecho, desde los tejidos hacia el corazón. Las paredes de las venas son más
delgadas y menos elásticas que de las arterias.
Las arterias: son
vasos sanguíneos que llevan la sangre rica en oxígeno y nutrientes desde el
corazón hasta cada órgano del cuerpo. Las arterias son elásticas y se pueden
contraer.
Los capilares:
son vasos microscópicos cuyas paredes apenas tienen una célula de espesor. Se
encuentra cerca de casi todas las células del cuerpo. Su función principal es
permitir el intercambio de nutrientes y desechos entre la sangre y las células
de los tejidos.
El corazón: es la
bomba muscular que impulsa la sangre por todo el cuerpo y posee un tabique que
los separa en dos mitades; de esta manera, la sangre que fluye por el lado
izquierdo no se mezcla con la que fluye con el lado derecho del corazón. Cada
lado está dividido en dos cámaras. Las cámaras superiores se llaman aurículas y
las inferiores, ventrículos.
Entre las aurículas y los ventrículos existen unas válvulas
que controlan la entrada de la sangre e impiden que ésta se devuelva. Esto
asegura que la circulación se realice siempre en el mismo sentido.
Las venas: recogen la sangre con dióxido de carbono de todos
los órganos y la llevan al corazón. El corazón la bombea a los pulmones y allí
se oxigena y elimina el dióxido de carbono. De los pulmones la sangre retorna
al corazón cargada de oxígeno para ser impulsada a través de las arterias a
todos los órganos del cuerpo.
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