El aparato circulatorio o sistema circulatorio es la
estructura anatómica compuesta por el sistema cardiovascular que conduce y hace
circular la sangre, y por el sistema linfático que conduce la linfa
unidireccionalmente hacia el corazón. Los animales son organismos
pluricelulares que, en su mayoría poseen un sistema circulatorio especializado
(aunque algunos carecen del mismo). Esto hace que los mecanismos de transporte
sean muy diversos.
Los animales relativamente más sencillos, como los
pertenecientes a los poríferos, celenterados y platelmintos, no poseen un
sistema circulatorio. En estos organismos los nutrientes y el oxígeno llegan
directamente por difusión. Sin embargo para que sea posible, el animal debe ser
pequeño y tener pocas capas de células. Estos animales utilizan el medio
externo como líquido circulante, ya que el agua aporta alimento filtrable y
oxigeno, para bañar los tejidos.
Tienen cuerpos formados por un reducido número de capas, lo
cual les permite intercambiar nutrientes y gases mediante difusión. En ellos se
realiza una circulación intercelular.
SISTEMAS CIRCULATORIOS EN LOS ANIMALES
La mayoría de los animales
poseen un sistema circulatorio especializado para transportar nutrientes y
gases respiratorios a todos los tejidos del cuerpo. Tal sistema varía de unos
organismos a otros en su complejidad.
Organización del sistema circulatorio animal.
En general este sistema circulatorio está formado por el corazón, los
vasos sanguíneos y el líquido circulante.
El corazón es un órgano muscular
que impulsa los líquidos circulantes por todo el sistema. Existen varios tipos
de corazones: tubulares, tabicados y accesorios. El corazón tubular es el más
sencillo y está formado por vasos pulsátiles que impulsan los líquidos a través
de ondas de contracción peristáltica. El corazón tabicado tiene cavidades
llamadas aurículas y ventrículos, separados por válvulas. Los corazones
accesorios son corazones que suelen situarse cerca de las branquias y
contribuyen con el proceso de oxigenación intercelular.
El líquido circulante es el fluido que transporta las
diferentes sustancias, ya sea en disolución o unidas a determinados pigmentos
respiratorios. Estos son moléculas orgánicas formadas por una proteína y una
partícula cargada eléctricamente (ion), que tiene gran afinidad por el oxígeno.
Dependiendo del grupo animal, existen diferentes líquidos de transporte.
La hidrolinfa es un líquido incoloro, que posee una
composición de sales similar a la del agua de mar. Contiene amebocitos, células
fagocitarias con función defensiva. Este líquido es propio de los equinodermos,
como la estrella de mar.
La hemolinfa es un líquido cuyo pigmento respiratorio es la
hemocianina, de color azul, en el cual también hay amebocitos. Es propia de
artrópodos, como los escarabajos, y molusco s, como los caracoles.
La sangre es un líquido que posee hemoglobina (rojo),
hemoeritrina (rojo violeta) o clorocluorina (verde) como pigmentos
respiratorios. En los vertebrados, la hemoglobina, que posee iones de hierro,
se encuentran dentro de células especializadas, denominadas eritrocitos. La
sangre es propia de anélidos, como las lombrices de tierra, y de vertebrados,
como los mamíferos.
La linfa es un líquido exclusivo de vertebrados que drena o
hace correr los líquidos intersticiales, es decir, aquellos que hay entre las
células.
Los vasos conductores son tubos de diferente calibre por
cuyo interior circulan los líquidos de transporte a todas las partes del
organismo. Estos vasos son de tres tipos: arterias, venas y capilares. Las arterias
transportan el líquido circulatorio desde el corazón hacia los demás órganos.
Las venas transportan el líquido circulatorio hacia el corazón; y los capilares
son vasos muy finos que ponen en contacto las arterias y las venas, y llegan a cada una de las
células del organismo.
TIPOS DE SISTEMAS CIRCULATORIOS
Sistema Circulatorio Abierto
El sistema circulatorio abierto también es denominado
lagunar. Como se ve en la figura 12, en este tipo de sistema circulatorio, el
líquido circulatorio llamado hemolinfa circula por los vasos y se vierte en
lagunas o espacios denominados hemocele, cuyo volumen ocupa entre el 20% y 40%
del cuerpo del animal. De esta forma, el líquido entra en contacto con todas
las células y se realiza el intercambio de nutrientes y gases. Posteriormente,
el líquido vuelve al circuito a través de otros vasos que lo recogen de esas
lagunas. Este tipo de sistema es propio de muchos invertebrados como artrópodos
(arañas y mosquitos) y moluscos (caracoles y almejas).
Los artrópodos, como los insectos, tienen un corazón tubular
con paredes musculosas, situado en posición dorsal y rodeado de una cavidad
pericárdica. La hemolinfa ingresa primero en la cavidad y después en el corazón
mediante succión, a través de una serie de orificios u ostiolos provistos de
válvulas que impiden su retorno. Las contracciones del corazón impulsan la
hemolinfa hacia las arterias, que la distribuyen por todo el cuerpo y la
vierten en el hemocele para que, luego, vuelva al corazón por las venas.
Los moluscos tienen un corazón tabicado, situado dentro de
una cavidad pericárdica y conectado con vasos que permiten que la hemolinfa
entre y salga de él. Habitualmente, el corazón tiene tres cavidades o cámaras,
dos aurículas que reciben hemolinfa desde las branquias y un ventrículo que la
bombea a los demás órganos corporales. En moluscos terrestres, como el caracol,
el corazón tiene solo dos cámaras en el interior de la cavidad pericárdica.
Excepto los cefalópodos, todos los moluscos tienen circulación abierta, y la
hemolinfa pasa desde el hemocele, que es muy reducido, hacia las branquias, o
el pulmón en el caso de los moluscos terrestres, y luego al corazón. No se
producen grandes presiones, pues la hemolinfa se saldría de los vasos. Por esta
razón, la circulación a través de las branquias es muy lenta y en ocasiones es
auxiliada por corazones branquiales.
En el sistema circulatorio abierto no existen vasos
conductores entre los que salen del corazón y los que llegan. Los crustáceos
como el cangrejo y los moluscos como el caracol poseen sistema circulatorio
abierto.
El sistema circulatorio abierto es poco eficiente, limita
las distancias de transporte y, por tanto, influye en el tamaño del animal, que
generalmente es pequeño.
Sistema Circulatorio Cerrado
Los vertebrados y algunos pocos grupos de invertebrados,
como los anélidos y los moluscos cefalópodos, poseen un sistema de tubos
elásticos o conductos por donde se transporta el fluido circulante, denominado
sangre. Los animales de sangre fría no poseen mecanismos para mantener la
temperatura constante, sino que generalmente adoptan la del medio ambiente; en
cambio, los animales de sangre caliente poseen mecanismos reguladores de la
temperatura de su cuerpo y la mantienen constante, independientemente del
ambiente que les rodea.
La sangre sale del corazón por estos tubos y después de su
recorrido, regresa nuevamente a él sin salirse en ningún momento de los vasos
sanguíneos. Este tipo de sistema se conoce con el nombre sistema circulatorio
cerrado. En el sistema circulatorio cerrado, las arterias y venas se conectan
mediante una red de capilares de paredes muy finas, a través de las cuales se
produce el intercambio de sustancias como nutrientes, gases o productos de
excreción
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